Con una magnífica intro que me recordó inmediatamente a la actual serie de televisión Dexter (de un asesino en serie. Véanla, no se arrepentirán), el debut discográfico de los ETERNAL DEMISE comienza brutalmente seguido de "No Trust", un apocalíptico track lleno de Death Metal, haciendo honor y tributo al mejor sonido que ha salido de Valparaíso últimamente.

El quinteto, mezcla una extraña versión de Death Metal con una voz gutural, algo típica en el género. Sobre todo en el primer corte ya mencionado, rozan influencias del Grindcore, e incluso del Thrash (el solo de guitarra está re bien logrado); "Peace Has No Chance" arremete con fuerza y un thrashiento comienzo. La bastarda voz de César Zúñiga y la velocidad rítmica de Manuel Acevedo se mezcla en una dupla retro Thrash/Death atómica. Insisto, la voz sigue cambiando matices y dándole mucha variedad al sonido. Buen paso. Incluso hay unos pseudo arranques de Speed Metal en un grito que se manda Mr. Zúñiga a la mitad del corte. Al más puro viejo estilo de SLAYER. Hasta aquí me cuesta creer que esta banda sea 100% Death Metal.

"Sadistic Obsession", continúa la brecha clásica, con un riff sacado de discos de los ochenta, pero que mezclado con la inusual voz se convierte en un violento y furioso sonido.

El quinteto fue formado en el 2002 y a su haber solo registraban un demo del mismo año (Peace Has No Chance). Técnicamente hablando el álbum reúne todas las condiciones y requerimientos para ser un pedazo de asalto sonoro. Está profesionalmente editado e incluso el arte está bastante bien logrado. Fue grabado en Quilpué, eso indica que no solo Santiago tiene buenos estudios (sin desmerecer a los que ya todos conocemos).

"Eternal Suffering" sube la velocidad con más furia y potencia. Quizás este es el tema más flojo del disco; continúa "Ode To Anger", una verdadera oda a la furia y rabia. Riff poderosos, cañeros y velocidad que no descansa. Siempre mezclando toques semi Thrash con el power violento del Death. Incluso caen en arreglos lentos como parando el tema pero que vuelve a encender el motor, volviendo a una velocidad demoledora. La que la banda sabe muy bien hacer. Quizás incluso me atrevo a decir que si el grupo invierte más tiempo y espacio para sus riffs thrasheros (con coros incluidos) podrían lograr un sonido casi, para el culto.

"Scream From The Grave" es la primera pieza del disco que pone la pausa respectiva en todo disco. Con un comienzo digamos "acústico" poco a poco se va encendiendo esta pseudo balada que tiene la placa. El riffs y melodía se me hace muy peculiar y "chilenoide". Me refiero a que es el clásico riff de bandas chilenas. Es algo que tenemos en la sangre. Sin embargo, el corte tras ese tibio arranque, se transforma en un poderoso aullido desde la tumba.

Tras "Crucifixion Of Soul" y "Sotanica Perversion", llega "Spirit In The Mirror", corte que es más bien 100% Death Metal. Cañero, brutal y rápido. Nada de blast beats programados, acá es pura fuerza de brazos y potencia sonora. Ya terminando el disco, llegan "War Bloody War", y "The Beginning Of Death", dos ofrendas que siguen la línea del disco y que complementan una placa que seguramente debe tener satisfechos a la banda. "Outro" es el capítulo final del disco, un tema medianamente lento y que tiene un matiz algo distinto al resto del disco.

The Rawness Of Soul es un trabajo valorable y que debe estar en tu colección. Sólo me falta verlos en vivo para completar la maldición.

[ Andrés Padilla ]