Hace bastante tiempo que este trío norteamericano se convirtió en un referente obligado para quienes siguen el inagotable e inconfundible sonido etiquetado en los noventa como Stoner Rock. Para otros podrá ser una banda de "esas" bandas odiadas por no usar cinturones con balas, ni hablar de Satán, sobre todo aquellos purista o trues (llámenlos como quieran).

Siento que a esta altura de la vida, auto limitarse es lo peor que podría pasarnos.

Pero para dejarlos más informados, HIGH ON FIRE hace rato que dejó de ser etiquetada con el Stoner. Mike Pike, fundador y también creador de la seminal banda SLEEP –pilares en el nacimiento de este género-, ha sabido madurar con cada una de sus producciones. No quiero decir que el estilo del grupo se haya esfumado transformándose en otros viajes sonoros, todo lo contrario. La "patente" sigue siendo la misma pero con otros aliños y estímulos.

Desde los primeros sonidos de "Serums Of Liao" (con una batería a lo Scott Travis) hasta las armonías finales de "Warhorn", esta placa demuestra ser una verdadera orgia metálica de proporciones incontenibles. Una mezcla agridulce entre MOTORHEAD y SLAYER sería una buena definición de esta muralla sónica que se genera con De Vermis.... Si agregamos un factor importante como la adrenalina a full que está incorporando Pike a la hora de cantar (también comanda la guitarra), tenemos un disco furioso, aguerrido y capaz de destronar varios de nuestros discos favoritos.

Otro gran detalle que no podemos olvidar es que son muy pocas las agrupaciones capaces de ir creciendo con cada uno de sus lanzamientos. En este caso, la ascensión ha sido constante y nunca han defraudado musicalmente. Son pocos los artistas capaces de lograr ese record. El dinamismo que le entregan sus compañeros de banda, Des Kensel en batería junto a Jeff Matz en bajo, forman un verdadero escuadrón de la muerte.

La marca registrada de HIGH ON FIRE está presente en todo el disco. De eso no hay que preocuparse ya que las fechorías que Pike crean en cada uno de sus inconfundibles riffs hacen la tarea de manera perfecta.

La producción musical de Kurt Ballou (CONVERGE) hizo que este trío se acoplara al 100%, dándole más libertades a sus músicos creando el balance ideal que se espera escuchar en discos como estos. Nada de echa de menos, todo calza. Con esta placa tenemos claro que el futuro de la banda es infinito e insospechado.

[ Andrés Padilla ]