El álbum debut de los locales WARCHEST me toma por sorpresa. ¿Por qué? Bueno, no sabía absolutamente nada de ellos. Recién formados en el 2008, y con absolutamente ningún background previo de sus músicos, al menos ninguna historia que haya escuchado de alguna participación en otras bandas, Aftershock se convierte en una verdadera sorpresa, y vaya que grata.

La primera pasada del álbum fue un deambular de diferentes propuestas que se entrelazan o mantienen unidas por el común denominador del Thrash. Podría decir que este grupo está sumamente influenciado por bandas noventeras, o el post Thrash maduro y alicaído de muchos grupos noventeros (PANTERA, MACHINE HEAD, EXODUS, etc.).

Musicalmente sus integrantes desarrollan y ejecutan un buen material. Tanto la composición y armado de sus temas lo encuentro bastante prudente, pero en ningún caso una sorpresa. Quizás sobresale más la pulcra ejecución de sus instrumentos, la coherencia que quisieron darle al estilo, mezclando riffs poderosos, con algunos más melódicos y tirados para baladas a lo Dimebag Darrel (Q.E.P.D.-PANTERA-).

Siento que algunos grupos quizás viven en escenas distintas a las que acostumbramos ver en los locales metaleros, o que por otro lado, los sellos internacionales están buscando en un grupo local. Seguramente si esta banda hubiera salido en los noventa sería muy distinta mi reacción, pero a esta altura, el material de Aftershock simplemente cumple con las expectativas de los músicos que lo compusieron. En ese sentido no hay nada que decir. Profesionalismo absoluto y muy bien trabajado en todo sentido, pero si lo que busca el grupo es llamar la atención, crear una marca registrada, atraer fans y por qué no, hacerse un nombre dentro de la escena, creo que deberían replantearse muy bien lo que necesitan y hasta donde pueden llegar. ¿Cambiar de gustos o influencias? No es fácil, ya que es un proceso que debe darse en forma natural.

Felicito a la banda por la propuesta seria y profesional, pero me gustaría que se concentraran más en buscar un sonido más autentico y distinto al ya acostumbrado que grupos locales como NUCLEAR o SLAVERY vienen haciendo hace años. Para marcar una diferencia hay que atreverse a cruzar el charco.

[Andrés Padilla]